eduardodermar@gmail.com

Por eso hoy acudo a una fábula cinematográfica que, aunque data de 1956, tiene la frescura de lo nuevo, el candor de lo simple y la virtud de la inocencia. Estoy hablando del filme de Albert Lamorisse Le ballon rouge, protagonizado por Pascal, su hijo de sólo cuatro años de edad, y por el globo que le da nombre a esta joya del cine-arte.
Creo que ensayar una interpretación de este mediometraje que a pesar de carecer de otros diálogos que los visuales mereció el Oscar al mejor guión original en el año de su realización, sería un error. Conviene cliquear en el enlace que pongo al pié para que, por la sola virtud de esta modernidad, las imágenes nos hablen por sí mismas y nos digan si, acaso, estamos presenciando una de las obras más bellas que el cine nos ha ofrecido. A los niños y a los adultos.
Ver video, 33:48